jueves, 29 de octubre de 2009

Derecho de Huelga


La propuesa es reflexionar sobre los límites de este derecho.

A manera de temario tentativo planteo las siguientes cuestiones, para que algún dia, con mas tiempo y entre mas gente (si es que alguien se suma) podamos analizar la cuestión.

1 - Su legítimo ejercicio como presión, sanción o represalia a la patronal.

2 - El límite de su legitimidad cuando el perjuicio que ocasiona excede el marco de la patronal.

2.1 El caso de perjuicios o daños masivos a la sociedad.

2.1.1. Cuando la huelga afecta a áreas como transporte público, educación o salud, con cercenamiento masivo de los derechos de una parte importante de la sociedad. Cuando una huelga de mil personas castiga o deja en estado de desamparo a cientos de miles de usuarios.


Tema abierto…

domingo, 11 de octubre de 2009

Otra para gobernantes: ¿PARA QUIÉN GOBERNAR?

Es bueno preguntarse para quién gobernar. Aunque la respuesta parezca obvia, “para el conjunto de la sociedad” diría cualquier político, es sin dudas hipócrita. La acción de gobierno generará cambios o transformaciones que forzosamente beneficiarán a algunos y perjudicarán a otros.

De un análisis posterior surgirá la verdad, más allá de la declamación y aún de la intención del gobernante. Habrá gobernado para quienes resultaron más beneficiados y en contra de quienes resultaron más perjudicados con sus actos de gobierno.

La hipocresía corroe la mayoría de los discursos políticos. No todos, pero sí la mayoría. La gente los detecta, y aunque los vote (al mal menor), no se engañan.

La sociedad argentina está necesitada de líderes en quienes creer.

Ya no es la sociedad del 45. Ya no existen las grandes masas que manipuló Perón para tomar y mantener su poder. La gran masa de votantes no está representada en los piqueteros de D’ Elía. Ni existe una clase trabajadora fuerte representada por Moyano ni por los gordos ni por los “flacos” (ATE y Cía.)

Estos personajes y sus seguidores (más allá del importante poder que algunos lograron, hasta con bloques legislativos propios) no son diferentes al sistema de aparato punterístico que se crea temporalmente en un partido para ganar la interna. Antes era muy útil también en la general, pero en muchos lugares del país cada vez hay menos gente que se deja llevar a la mesa electoral con boleta puesta. En síntesis ni los gremios (una columna vertebral que se quedó sin médula) ni las “Organizaciones Sociales” son referentes mayoritarios. Sumados sus votos en una elección están muy por debajo del 10%

Entre ellos, algunos constituyen minorías prepotentes que, bien juntitos y a los gritos ocupan los espacios geográficos y políticos, y amparados en un Estado Ausente, avasallan derechos de la verdadera mayoría, que, con mayor o menor paciencia espera que algún gobernante se haga presente y les despeje el camino para seguir trabajando, produciendo, investigando, estudiando, etc.

Este fenómeno de las minorías prepotentes es una consecuencia de lo que Jeremy Rifkin proponía en su obra “El Fin Del Trabajo” en forma de brigadas de voluntarios para solucionar la desocupación. Nosotros creamos las brigadas, y cuando volvió la ocupación nadie quiso ir a trabajar, porque era mucho mas divertido piquetear.

Sumado a la vocación de ausencia del gobierno, nos lleva por un sendero nefasto hacia la disolución de la sociedad. Porque frente al piquete, el que transita por una ruta cortada está sólo ante a un poder extraño. Un poder de facto que lo aprisiona. Y aquellos a quienes votó para ejercer el poder legal le niegan asistencia. A todos los efectos, en ese lugar y en ese momento el contrato social está disuelto. Ahí la víctima podrá rescatar para sí la facultad delegada al Estado acerca de la protección de sus bienes y derechos. Podría responder a la agresión con otra agresión y no podrá ser juzgado. Todo esto, que parece una novela es simplemente la reflección de un grupo de víctimas reiteradas de la prepotencia y el autoritarismo de los piquetes.

Estas cosas preocupan al grueso del pueblo argentino, y aparentemente no existe gobernante capaz de resolverlo. Sobish tomó un camino y le fue mal. Murió un maestro.

Aquel que pretenda resolver estas cosas ha de tener la capacidad necesaria para poner a este pueblo a pensar en positivo, con nuevas metas y nuevas motivaciones, con objetivos comunes superiores que ayuden a perdonar desencuentros. Si, PERDONAR, no hay otro camino. Porque tendrá que sentarse el vecino victima de piquetes a la misma mesa que el piquetero que le apedreó el auto, y con el Juez que no procedió ante la denuncia, para resolver los problemas del barrio o la ciudad que comparten. Cómo hace si no los perdona.

NUEVAS FORMAS POSIBLES DE PRÁCTICA DEMOCRÁTICA (La súper máquina de votar)

En el mundo nuevo que nos permite avizorar la era del conocimiento hay un fenómeno de desmasificación. Lo vemos en cada cosa que observamos con atención.

Las empresas desarrollan políticas de “gestión orientada hacia el cliente” en reemplazo de la masificación que resultaba de la “gestión orientada al producto”. A tal fin puede verse que casi todos los artículos que compramos en supermercados tienen impreso en su envase un teléfono 0800. Una empresa que fabrica un millón de artículos por mes, distribuidos entre 100.000 clientes a través de distintas cadenas de supermercados, puede dar respuesta personalizada a cualquiera de esos 100.000 clientes que acerque una queja o reclamo. Una amiga compró un paquete de pañales y aparecieron tres de ellos con fallas. Llamó al 0800 donde le pidieron disculpas por el inconveniente, prometiéndole la reposición inmediata. Al día siguiente la llamaron para avisarle el número de despacho, le enviaron un paquete completo y pidieron el envío de los fallados.

El proceso de desmasificación es tal que la industria automotriz y cierta industria de la indumentaria están comenzando a hacer productos “a pedido”, sobre un modelo determinado combinando distintas partes dentro de una gama ofrecida. Esto es posible gracias a la robotización de los procesos. El tema se limita a cargar información a las computadoras.

A la política estos nuevos tiempos llegan trayéndonos el “voto electrónico”. Pero aprovechando estas ventajas tecnológicas hay que atreverse a pensar en un cambio mucho más profundo.

Tenemos que avanzar hacia la identificación biológica, como la impresión digital o el iris del ojo. De esta forma una “mesa” consiste únicamente en la terminal de computación custodiada por uno o dos guardias. Llega el votante a cualquiera de las terminales del distrito, la máquina lo identifica, verifica con la central que está empadronado y que aún no emitió voto, entonces lo autoriza presentándole las opciones. El votante presiona en la pantalla su voto, la máquina emite un ticket con el que el ciudadano acredita haber emitido su voto. NOS AHORRAMOS TODAS LAS AUTORIDADES DE MESA. Los partidos fiscalizarán el centro de cómputos que podrá brindar información al instante. Pero lo esencial del control residirá en la auditoria de sistema. Si el sistema está bien auditado no hay fraude posible.

Imaginemos inicialmente utilizar este sistema para plebiscitos, que son más fáciles de operar para el votante, reduciedndo las opciones a SÍ o NO.

Ya que no hay que desplegar nada mas que terminales, y éstas no tienen límite de horas de funcionamiento, una consulta popular podrá estar abierta a los votantes durante uno, dos o tres días, facilitando la concurrencia a votar sin colas. Como podría funcionar toda una provincia completa como distrito único, el votante puede asistir a cualquier terminal de de cualquier ciudad de la provincia a cualquier hora del día o la noche del período habilitado. Como la central o cabecera será única, su voto quedará registrado instantáneamente y jamás podrá haber doble emisión. Es como ir a un cajero automático. Pero además, como la identificación es biológica nadie podrá falsear identidades.

¿Dónde instalar las “máquinas de votar”? Estamos acostumbrados a saturar de gente y ensuciar las escuelas de todas las localidades en cada elección. Esto será un asunto muy diferente. Cualquier lugar que esté abierto al público puede utilizarse para instalar la máquina, tales como locales que agrupan conjuntos de cajeros automáticos, hipermercados, oficinas públicas, etc.

Hasta podrían quedar instaladas permanentemente.

Un sistema así puede convertirse en una herramienta útil para el ejercicio de una democracia más plena. El bajo costo y la rápida ejecución de una consulta permitirá el más alto grado de participación de la ciudadanía en las decisiones trascendentales del gobierno. Así también sirve al gobernante para respaldar y legitimar sus actos cuando lo crea necesario, acotando y neutralizando la presión de las minorías prepotentes y algunos interesados medios de prensa.

Para ello habría que instituir un sistema de consultas absolutamente vinculantes. No se puede consultar al soberano para después hacer otra cosa.

ESTO SERÁ UN VERDADERO SALTO CUALITATIVO EN LA GESTIÓN DEMOCRÁTICA.

Para Gobernantes: La Sociedad del Conocimiento

La lucha para sobrevivir en medio de las intrigas del poder consume gran parte del tiempo y la energía creadora que se espera que el gobernante dedique a diseñar y ejecutar los procesos de transformación social económica y cultural que proyecte a su pueblo a un futuro mejor.

En algunos casos lo anula completamente, reduciendo su gestión a la búsqueda y aniquilamiento de los adversarios, más alguna acción que le asegure supervivencia económica y algún conjunto de medidas electoralistas hacia el final del mandato que le permitan apostar a una reelección.

En otros casos, por cortedad de miras, hay políticos que se llegan a convencer que en esa lucha menor está la esencia del gobernar. Su gestión en estas condiciones varía desde “desastrosa” hasta “intrascendente” en el mejor de los casos.

Así logramos un pueblo descreído de la política y de los políticos.

Cuando digo “lucha menor” no estoy refiriéndome a las consecuencias que puede tener en la persona del gobernante y en su gestión. Ya que una derrota en ese terreno puede ser demoledora, quitándole todo el poder.

Pero esa lucha para sostenerse, que es una realidad en toda gestión, sólo es la parte menor del trabajo del gobernante. Luchar para sostenerse no es GOBERNAR. Por eso la llamo “lucha menor”.

Gobernar bien es TRANSFORMAR y ADMINISTRAR. O bien ADMINISTRAR para TRANSFORMAR.

Transformar es marcar el rumbo para el futuro.

¿Quién pensaría en 1990 que Brasil sería potencia petrolera y potencia agrícola? ¿O que Lula llegaría a intercambiar con Francia en un plano de igualdad tecnología aeronáutica? ¿O que empresas privadas chilenas, en los albores de la década del 90, desplazarían a las canadienses y francesas en las licitaciones por privatizaciones hidroeléctricas argentinas?

A fines del 2001, San Luis, provincia que supo ser de las más pobres, era un pujante polo de desarrollo y tenía ahorros por más de 400 millones de dólares (prácticamente un presupuesto anual completo) depositados en el Banco de la Nación. Mientras que Neuquén, rica productora petrolera ya se había gastado los 700 millones percibidos por privatizaciones varias y estaba endeudada en casi otro tanto, sin haber producido ningún cambio significativo en la década, a excepción de algunas hectáreas de viñedos.

San Luis “inventó” el recurso de beneficios fiscales por reparación histórica por su aporte a la gesta de la independencia. Y cuando digo “inventó” estoy diciendo “imaginó, gestionó y obtuvo”. Luego salió a captar empresas que inviertan en su territorio. Estos fueron los hechos transformadores de la gestión. Luego produjo los ahorros, dimensionando el gasto por debajo de los ingresos. Es decir administró.

Frondizi, en la década del 60, asumió con claro proyecto transformador que nos llevó al autoabastecimiento petrolero. Hoy (2009) estamos haciendo serios esfuerzos por anular aquellos logros. Hay gente que si leyera la historia del proyecto de Perón "California Argentina" se consumiría en contradicciones.

Hubo un gobernador rionegrino que se asoció con la Comisión Nacional de Energía Atómica y creó el INVAP (investigación aplicada). De ahí surgieron los reactores que hoy exporta argentina. Más allá de las vicisitudes presupuestarias por ser estatal, es algo bueno que hoy tenemos.

La sociedad generalmente se conmueve frente a noticias como una liberación de rehenes por parte de las FARC, o de un golpe de estado en Honduras, o la gesta de Del Potro en el Abierto de Tenis de los Estados Unidos.

Pero hay infinidad de hechos mucho mas relevantes para el futuro de la humanidad que se gestan en silencio. Hay hechos que vienen transformando para bien nuestras vidas, acciones que nos prometen seriamente nuevas mejoras, en salud y longevidad, mas y mejores alimentos, abundante energía sin daño ecológico, sistemas de comunicación eficientes al alcance de todos, más y mejor información, etc. en esos hechos que nunca son noticia de tapa, reside la verdadera revolución. Y está en marcha en el mundo.

Ese ignoto conjunto de personas que acaba de descubrir la forma de multiplicar la capacidad de portación de la fibra óptica seguirá siendo ignoto. Es que el grueso de la gente ignora el valor de ese descubrimiento.

La aparición y el esperado desarrollo de las celdas de combustible, que generan energía sin combustión, liberando agua, es un camino esperanzado para reemplazar al petróleo.

Vemos algunos de sus resultados pero ignoramos el proceso de gestación.

Estas cosas ocurren a diario en algunos lugares del mundo. Sus actores integran la Sociedad del Conocimiento y están generando lo que se denomina la Era del Conocimiento. No lo ven nuestros gobernantes. Son capaces de viajar a la selva para captar prensa liberando rehenes, porque eso es lo único que ven, lo evidente.

“Sólo si eres capaz de ver lo sutil y darte cuenta de lo oculto… tendrás la victoria” (Sun Tzú – Estratega chino, año 500 AC)

Subirnos al carro del conocimiento es el único camino posible hacia un futuro venturoso.

No apareció el líder político que nos ponga seriamente en este camino, que mas allá de sus luchas menores para no caerse del poder tenga la visión, la voluntad y el genio que nos introduzca definitiva e irreversiblemente a la Sociedad del Conocimiento.

Si no aparece, nunca saldremos de la mediocridad. Tendremos que conformarnos (los más afortunados) con cartearnos a la distancia con hijos emigrantes, hijos geniales que se desarrollan mejor bajo lejanos soles.